San Valentín

Tras cada esquina de mi vida puedo verte, los extraños espejos que me rodean me recuerdan eternamente lo que pasó. Tu y yo solos. Ese día, cual 25 de diciembre, fue especial. Hoy no es un día anodino por desgracia. Tu fantasma recorre mi pista hasta llegar casi a pisar mi sombra, esa que cada día es mas corta... No puedo mas que esconderme del recuerdo de que algo fue mejor. En este San Valentín siento que no quiero ser partícipe de dos grandes engaños que se citan hoy, el amor y los regalos.

El amor es la mayor mentira jamás creada, no existe. Quien ama es porque quiere amar, pero en realidad todo es etéreo; si no no me puedo llegar a explicar como puede desaparecer con tanta celeridad.

Regalar, ¿para qué? ¿para gastar dinero? ¿para hacer creer a otra persona, que es apreciada por ti?

Mientes y lo sabes, y sigues mintiendo. La crueldad con que lo haces no es inteligible. ¿El mundo te ha hecho así? Ahora lo pasaran mal los demás por ti, pero todo llegará, y en algún momento estarás pidiendo piedad. Alzarás la mirada y te verás a ti, llorándote por cómo has sido contigo. Te arrepentirás, pero sólo a tu lado estará aquella gente a quien fallaste un día riéndose de la caricatura en la que te has convertido. Lo siento, todo lo que haces ahora tiene eco, y no en el pasado...

Para todos los demás, aquellos que sí creéis en lo que yo no creo, y en especial a Jesús (Un lugar entre miles...) uno de los mejores tíos que conozco y que afortunadamente quiere y es querido... ¡Feliz San Valentín!

Para terminar, una delicia de canción.