domingo, 4 de febrero de 2007

Estrella de noche

Tumbarte, sentir la inmensidad del cielo con una compañía agradable. Hablar de cualquier tema por trivial que parezca admirando el espectáculo que sobre nosotros se cierne. Una experiencia demasiado agradable, solo mejorable por un haz de luz que pasa ante nosotros sin saber que lo observamos. Todo esto lo pasamos juntos en las interminables y bochornosas noches de verano... Es algo inolvidable y solo siento que ahora en febrero la nostalgia se apodera de cada poro de mi cuerpo. Cerca de los exámenes abandonaré este mundo de sentimientos y recuerdos para dar paso a otro más pragmático, el de las ciencias. Con esto quiero decir ¡hasta luego! Pues esto estará muy parado hasta después de mis pruebas de aptitud y de las posteriores juergas.

Salu2!

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